viernes, 15 de junio de 2012

ReNegaDos

            Leemos en la página/blog de los Chikos del Maíz una respuesta al artículo que publicamos respecto a una cierta polémica generada en el ámbito internauta. Esta polémica versaba acerca de los modelos de lucha, de su validez, del carácter pequeñoburgués o no del 15M y sus métodos.

Para empezar, agradecemos la molestia que se ha tomado el autor en contestarnos, y en intentar aportar algo de racionalidad en un debate muy viciado.

        Pero creemos que hay varias cosas a las que es pertinente contestar. En primer lugar, no entendemos la manía del autor con “hacernos temblar”, o hacernos “comparecer ante la justicia popular.”. Creemos que el autor se mueve en una lógica de amigo/enemigo que muy poco tiene de marxista, y sí mucho de fascismo, en concreto de fascismo Nazi.

       Sus palabras no nos han hecho temblar. Lejos de “temblar”, agradecemos las reflexiones meditadas y respetuosas. Nos dejan, sin embargo, estupefactos algunos argumentos. Por eso contestamos aquí de nuevo, por las mismas razones que escribimos el anterior artículo.

        No nos preocupa que el Nega opine tal o cual cosa o se levante con el pie izquierdo y lance exabruptos por facebook. Nos preocupa la enorme tolerancia que reina entre ciertos sectores de izquierda hacia el exabrupto, el insulto, la humillación, la denigración, cuando se trata de “criticar” a compañeros de viaje en la lucha, a movimientos sociales que despiertan las simpatías de amplias capas de la población. Nos preocupa la lógica identitaria y sectaria que detrás de esto se esconde, nos preocupa que se identifique comunismo con esto precisamente.

            En segundo lugar, queremos hacer notar una trampa hábilmente ocultada a lo largo del texto. El artículo comienza reconociendo un error que luego no se atreve a admitir. Comienza pidiendo perdón por unas formas inapropiadas que durante el resto del artículo se pretenden hacer pasar por “meras críticas”. No, los insultos y las denigraciones no son meras críticas, son imposiciones externas, los razonamientos no. Lo primero es más propio de Intereconomía, lo segundo, esperamos, más propio de movimientos emancipatorios como el comunismo

            Por si no fuera poco, al insulto reconvertido en mera crítica se lo hace pasar por algo meritorio, algo gracias a lo cual (y a la lógica que lleva implícita) se consigue hacer virar el 15M hacia posiciones más radicales. Según el Nega, gracias a gente como él que “no se ha rendido frente a esa cultura amorfa” del 15M, la bandera republicana se ha normalizado hoy dentro de las movilizaciones del 15M.

            No estamos para nada de acuerdo con esto. Quizás el Nega se haya olvidado de que el 15M lleva funcionando un año entero. Que sus asambleas han seguido construyendo discurso, debatiendo. Probablemente el Nega no estuvo en las asambleas generales de los pasados días 12-15M, donde los compañeros de política a largo plazo expusieron el excelente trabajo que están realizando con vistas a demostrar la continuidad del régimen actual con el franquista. Aquí se trabajó verdaderamente por construir una subjetividad republicana, crítica con el actual régimen. Las pataletas porque la población no se reconoce espontáneamente en los símbolos que nos identifican no valen, ni valdrán, nunca, para nada. La conciencia de clase no es algo espontáneo, hay que construirla, hay que trabajar contra las corrientes de pensamiento dominante que espontáneamente nos dominan. La conciencia de clase es, en todo caso, efecto de las luchas, nunca su causa.

            Eso es hacer política, eso es actuar dentro del 15M, y bajo ningún concepto se puede equiparar este trabajo a exabruptos que externamente se dirigen al 15M en su totalidad en un vano intento de impugnarlo, ridiculizarlo, e incluso humillarlo. Pero como decimos no nos preocupa el exabrupto en sí, sino su lógica. La lógica de identificaciones que creó, los verdaderos efectos de ese comunicado convertido en público que circuló por las redes sociales. La nueva respuesta del Nega, sigue, aunque con mejor tono (lo cual agradecemos), en esta misma lógica.

            Finalizamos ya. Uno no es comunista porque se autodenomine así. Un comunista forma parte de la multitud (o de las masas, si se prefiere) y de sus luchas
           El comunismo no se identifica con un partido, con unos líderes, con una ortodoxia; se identifica con la potencia de las masas y sus esfuerzos de liberación. Pretender esencializar este concepto y convertirlo en atributo de tales o cuales personas, de tal o cual partido, de tal o cual tradición o líder, es robárselo al proletariado, que es al único al que pertenece. Y por proletariado entendemos no una forma concreta del mismo, como pueda ser el obrero fordista, o el obrero parcial de la manufactura, sino cualquier forma bajo la que se presente la multitud expropiada y privada del libre acceso a los comunes productivos. Hoy, el proletariado no es sólo ni principalmente el proletariado fabril, sino un proletariado difuso cuya actividad productiva cubre el conjunto de la vida social. No entender esto ha asegurado a la izquierda el largo período de derrotas, de pasividad y de tristeza que hemos conocido y que sólo ahora empezamos a superar.

        Pero sabemos bien a qué obedece la lógica desde la que se pretende fustigarnos. Obedece a la ideología heredada del viejo bloque soviético en su etapa de involución contrarrevolucionaria, el stalinismo. Como dice Marx, puede que el Nega y los que piensan como él no lo sepan, pero lo hacen. Heredan un concepto de comunismo que fue el resultado de su expropiación a las masas, para pasar a convertirse en patrimonio de un aparato, de unos dirigentes, de una burocracia. Pertenece a una lógica bajo la cual, todos lo que se opusiesen a esos mecanismos de poder, eran declarados fácilmente “enemigos”, según la más pura lógica fascista Schmittiana. 
           
          No te preocupes Nega, no temblamos. El día improbable en que tú y los tuyos toméis el poder y decidáis mandar a todos los universitarios al GULAG, como parece deducirse de la tesis VIII de tu comunicado, sabremos que “la vieja mierda” de que hablan Marx y Engels en la Ideología Alemana habrá vuelto, y no nos quedará otra cosa que ofrecer sino resistencia, tal y como hacemos ahora. Y no sólo desde la universidad, que por cierto está dominada por viejos y arcanos dogmáticos, sino también desde nuestros trabajos, desde nuestras plazas y calles, en todas nuestras relaciones (Somos dogmatofóbicos)

           Mientras tanto seguiremos en las plazas y en las calles, sumidos en la multitud para transformarnos con ella, para radicalizarnos con ella, para algún día acabar con toda forma de poder separado. Sólo entonces podremos decir que somos verdaderos comunistas; hasta entonces, únicamente, lo habremos estado intentando.

          Damos así por terminado este intercambio. No creemos que sea útil proseguirlo. En una de sus cartas, Spinoza se despedía así de Hugo Boxel, su interlocutor que creía en los fantasmas y « probaba » la existencia de éstos por la filosofía escolástica: “Lamento, muy honrado Señor, haber sido más prolijo de lo que había deseado y no quiero importunaros más con estas cosas que sé bien que no me concederéis, al partir de principios muy alejados de los míos”. Hoy otras supersticiones y fantasmas merecen la misma respuesta.

Vale.

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